LA ESCALERA
La escalera fue construida para conducir a una sala nueva, edificada a partir de 1512, destinada a una nueva biblioteca, y que ocuparía toda el ala del poniente del edificio. Su decoración se presenta en tres tramos enmarcados por cuatro pilastras. Es evidente que no se empieza la construcción de una escalera por la decoración de su antepecho, luego esta es posterior. Ofrece en tres etapas una ascensión purificadora, donde se expresa el ideal caballeresco de perfeccionamiento moral cristiano, el de los caballeros del Toisón de Oro, cuyo signo aparece en una pilastra. El Toisón, como exigencia de superación de si mismo inculcada desde la más tierna infancia, marcará Carlos V para siempre. La presencia del Toisón borgoñón (en el tercer tramo) es un dato apreciable. En efecto, el emblema de nuestra cartela, tan igual de forma a la vidriera de Dijon, no deja dudas sobre su significado y afirma la presencia de Carlos en el programa de la escalera, lo cual condiciona a la vez el mensaje, que no es sólo moral sino político y religioso, y la fecha de las tallas, que hay que postergar hasta su advenimiento.
El simbolismo de la escalera fue brillantemente desentrañado por Luis Cortés en su libro
Ad summum caeli en 1984. Lo seguiremos puntualmente en la parte principal de este estudio en que dividimos el estudio por los tres tramos de la escalera. En el tercer tramo a la clave moral estudiada por Cortés hemos añadido una clave política y una clave religiosa, por la presencia de dos símbolos nuevos de gran importancia, que hemos descubierto.
Nota sobre las fotografías de la escalera: La decoración de los paños entre pilastras es igual por la parte exterior y la interior; en general está mejor conservada la parte exterior por motivos obvios y de esa parte son las fotografías más detalladas. Sin embargo, las pilastras no son iguales en su decoración por la parte interior y exterior. Para facilitar la comprensión se presentan dibujos en alzada de la parte interior y exterior de cada uno de los tramos.